«El uso indebido de pasta base de cocaína se concentra en América del Sur, y la prevalencia anual del consumo de cocaína sigue aumentando, aunque el cannabis sigue siendo la sustancia sometida a fiscalización que más se consume en la región», señala en ese reporte la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
En su informe de 2016, este organismo de la ONU se refiere a un informe de la CICAD (Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas) que indica que la prevalencia del consumo de cocaína entre los estudiantes de secundaria en América del Sur es superior a la de Norteamérica.
Argentina, Chile y Colombia son los países en los que hay más incidencia del consumo en ese sector de la población, mientras que Surinam y Venezuela tienen las prevalencias más bajas.
En términos generales, la prevalencia de consumo de cocaína en la región (el porcentaje de la población que la usó al menos una vez en los pasados doce meses) es del 1,5 por ciento; la del cannabis es del 3,2 por ciento; de anfetaminas es del 0,9; opioides es del 0,3 y el consumo de éxtasis llega al 0,2 por ciento.